Anticuerpo Monoclonal frente a la GZMA

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Desarrollamos un  monoclonal frente a Granzyma A (GZMA) que permite su detección en IHQ

El diseño de las diferentes etapas que implica el desarrollo de anticuerpos monoclonales viene fundamentalmente determinado por el antígeno frente al cual se desea obtener los anticuerpos y por el uso final previsto.

No es lo mismo hacer un anticuerpo cuya finalidad sea el pegado en superficies como un pocillo de microplaca o en nanopartículas de oro o látex coloidal, que desarrollarlo para su uso como anticuerpo de revelado en ELISA, WB o IHQ, o sí la etiqueta a la que se debe unir es una enzima (HRP, ALK), un fluoróforo o la biotina.

En el caso concreto de la IHQ (InmunoHistoQuímica), el antígeno a detectar sufre un proceso de desnaturalización (generalmente seguido de un proceso de recuperación antigénica) que en muchas ocasiones modifica los epítopos dominantes del antígeno en cuestión. Todo ello hace que las etapas de inmunización y de análisis tras la fusión sean claves para la obtención de un anticuerpo adecuado para su uso en IHQ.

 

Fase de Inmunización

La etapa de inmunización puede ser realizada con diferentes clases de inmunógenos, ya sea la proteína en forma nativa o recombinante, o secuencias peptídicas de la misma escogidas mediante el uso de diferentes aplicaciones informáticas que permiten predecir la mayor o menor inmunogenecidad de dichas secuencias.

Para el análisis de la fusión se necesita someter al antígeno a procesos de desnaturalización – renaturalización lo más similares posibles al proceso real que sufre en el proceso de preparación de la muestra que implica la IHQ.

Inmunohistoquímica de una muestra de amigadalas revelada con nuestro anticuerpo monoclonal T-001 antiGZMA.

En nuestro caso concreto, hemos conseguido desarrollar un  monoclonal frente a Granzyma A (GZMA) que permite su detección en IHQ

Los linfocitos T citotóxicos (CTL) y los Natural Killers (NK) son células que nos defienden frente a patógenos intracelulares y tumores mediante la liberación de mediadores proapoptóticos desde gránulos citotóxicos. Las granzimas A y B son las serinproteasas más abundantes en dichos gránulos, e, independientemente, inducen muerte celular cuando penetran en la célula diana, mediante el mecanismo facilitado por otra importante proteína, la perforina.

 

Diferentes Mecanismos de Acción

Sus mecanismos de acción son diferentes, mientras que la B activa la apoptosis por la ruptura de caspasa, la A es una triptasa que desencadena una apoptosis independiente de caspasas caracterizada por daño en cadenas simples de DNA, disfunción mitocondrial y perdida de la integridad de la membrana celular. La GZMA rompe la cadena de transporte electrónico mitocondrial produciendo un aumento en las especies reactivas de oxígeno. El único sustrato en común que tienen ambas es la laminina B.

Así pues, la función de la GZMA podría ser como componente necesario para el correcto funcionamiento de los CTL y NK como células efectoras del sistema inmune, encargadas de la lisis de todas aquellas células que lleven en su superficie, antígenos no propios. Nuestro interés para el desarrollo de monoclonales frente a la GZMA se basa en la hipótesis de que se trata de un marcador oncológico de detección temprana en colon.

 

 

 

 

 

 

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