Efectos perjudiciales de los Campos Electromagnéticos en el ser humano
A mediodía de aquel otoñal día de octubre de 1889 John Feeks se aproximó al poste de madera con su bolsa de herramientas colgando del hombro. Miró hacia arriba y vio el manojo de cables que se sujetaban en lo alto del poste y que recorrían las concurridas calles de Manhattan… Así comienza esta breve historia sobre el efecto de los Campos Electromágnéticos en las personas.
El trabajador de la Western Union sabía que durante ese mismo año había muerto un compañero en Buffalo (NY) abatido por la electricidad de la novedosa corriente alterna que promovía la famosa compañía Westinghouse, y que otros cuatro compañeros más habían perecido en forma similar, allí mismo en Manhattan (NYC), además de un desafortunado vendedor ambulante de fruta cuyo carrito había tocado sin querer uno de aquellos malditos cables.
No sentía miedo pero sí que estaba un poco preocupado por tener que acercarse a los cables. Él solo tenía que manipular los inofensivos cables de telegrafía, pero estaban enmarañados con los peligrosos cables de la iluminación. Antes de encaramarse al poste había tenido la precaución de preguntar y le habían confirmado que estos últimos estaban desconectados del circuito y sin tensión. John empezó a trepar por el poste con su agilidad habitual.
En la calle, los transeúntes se disponían a realizar un descanso en sus puestos de trabajo y a tomar la comida de mediodía, y observaban con curiosidad como John subía por el temido poste.
John apartó los primeros cables y encontró el que le interesaba. Alargó su brazo derecho y agarró con fuerza un cable próximo que se interponía en su camino. Notó un calambre muy fuerte, trató de soltarse, pero la electricidad recorrió su cuerpo desde su brazo desnudo hasta su pie izquierdo calzado con su bota de trabajo y que apoyaba en el poste.
No pudo hacer nada, nadie pudo ayudarle. Murió casi instantáneamente y durante casi una hora su cuerpo quedó enganchado a los cables hasta que pudieron bajarlo para certificar su muerte y darle piadosa sepultura.
A partir de ese día creció el “Pánico a los Cables Eléctricos”, el alcalde de Nueva York, Hugh J. Grant, rechazó toda afirmación de que la corriente alterna fuera inofensiva y aumentó la presión social sobre George Westinghouse, villano público del que se decía que “la vida de sus trabajadores le resultaba más barata que el aislamiento de los cables”.
Su archienemigo Thomas Edison presionaba para demostrar que su propio sistema, la corriente continua (DC), era más segura que la infame corriente alterna (AC) de Westinghouse, y para ello no dudaba en electrocutar con ella caballos en demostraciones públicas que horrorizaban a los espectadores.
Finalmente, nuevas leyes obligaron a aumentar la seguridad de los cables eléctricos y a enterrarlos en el suelo de las ciudades de América. La corriente alterna (AC) triunfó y actualmente es el principal medio empleado para distribuir y consumir energía eléctrica.
Cómo nos afectan los Campos Electromagnéticos
La desgraciada historia de John Feekes nos demuestra que el electromagnetismo tiene fuerza suficiente para dañar nuestro organismo hasta destruirlo. Sin embargo, en nuestro caso no estamos tratando con contactos directos con objetos activos, “vivos”, con tensión eléctrica, riesgo evidente al que se ha dedicado y se dedica ingente cantidad de recursos para evitar que se repita el accidente de John.
En nuestro caso, los campos electromagnéticos están en el aire (ver capítulo 1) y llegan hasta nosotros sin necesidad de contacto físico. Esta carencia de contacto resta potencial destructor al electromagnetismo, pero no lo erradica.
En primer lugar haremos una diferenciación muy clara entre los efectos de campos EMF que actúen directamente sobre un tejido vivo y los efectos indirectos provocados por un tercer elemento, un objeto cuyo mal funcionamiento nos perjudica.
- Efectos Directos: El campo EMF actúa directamente en un tejido vivo.
- Efectos Indirectos: El campo EMF actúa sobre objetos que nos pueden perjudicar.
Efectos Indirectos
Nuestra vida está relacionada e incluso supeditada a diferentes artefactos cuyo mal funcionamiento puede afectarnos gravemente y que no podemos obviar al hablar de la exposición humana a campos EMF.
Algunos ejemplos muy ilustrativos son:
- Interferencias electrónicas en dispositivos médicos implantables (marcapasos, desfibriladores, bombas de insulina, etc.).
- Proyección de objetos ferromagnéticos en presencia de campos magnéticos intensos. Efecto misil.
- Activación inesperada de elementos explosivos, deflagrantes o inflamables.
Efectos Directos
Los efectos sobre los tejidos vivos se podrían considerar como los efectos propios de esta temática y básicamente los podemos clasificar así:
- Campos IONIZANTES
Radiaciones que tienen fuerza, o energía suficiente para arrancar electrones (ionizar) de los átomos y moléculas, provocando daños mortales en
Ejemplos: Rayos UVA, Rayos X, Rayos Gamma, etc.
- Campos NO-IONIZANTES
Campos EMF que NO tienen fuerza suficiente para arrancar electrones de los átomos y moléculas, pero que aun así son capaces de influir negativamente en un organismo vivo.
Ejemplo: Energía eléctrica 50Hz, radio, TV, telefonía, etc.
Como regla general, cuanto más alta es la frecuencia de un campo EMF mayor es la densidad de energía que transmite y más evidentes y perjudiciales son sus efectos.
Los campos o radiaciones IONIZANTES ( RI ) son los que mayor frecuencia tienen, con longitudes de onda inferiores a 100 nanómetros aproximadamente, y son vigilados muy estrechamente por su propia legislación y medidas de seguridad. Su rango de frecuencias está por encima de la frecuencia más alta del gráfico anterior.
Sabías qué…
Como ejemplo, y como decíamos en nuestro capítulo anterior, es famoso el desenlace fatal de la científica polaca Maria Salomea Skłodowska, más conocida como Marie Curie (1867-1934), primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades –Física 1903 y Química 1911 -, descubridora de los elementos químicos Radio y Polonio (en honor a su país natal), primera mujer en ocupar puesto de profesora en la Universidad de París, y que falleció de una terrible anemia aplásica causada por la exposición a radiación ionizante de los tubos de ensayo radiactivos que portaba en los bolsillos de su bata de trabajo y a la que se exponía mientras ayudaba a montar unidades móviles de rayos X durante la Primera Guerra Mundial.
Efectos de los Campos No Ionizantes
Los campos de frecuencia NO-IONIZANTE pueden provocar:
- Efectos térmicos: Producen calor en el interior de los tejidos vivos.
- Efectos NO térmicos: Interfieren negativamente en el funcionamiento normal de células (neuronas, músculos).
Con los efectos térmicos el cuerpo humano se ve obligado a adaptarse al aumento de temperatura y disipar rápidamente el calor excesivo para reducir la temperatura y evitar el colapso o la destrucción de las células (quemaduras).
Un mecanismo de efectos térmicos es la absorción de energía producida en alimentos por los hornos de microondas, que emplean campos electromagnéticos de frecuencia de 2.45 GHz cuya energía es absorbida por ciertos tipos de moléculas como el agua y otras.
Otro mecanismo es la generación de corrientes eléctricas internas debidas a la inducción magnética, muy usada en procesos industriales.
Con los efectos no-térmicos las funciones normales de algunos órganos del cuerpo humano se ven alteradas temporalmente.
La membrana de las células vivas es muy activa en la transferencia de iones y moléculas a través de la misma para realizar sus funciones propias (activación de músculos) o para transmitir señales bioeléctricas a lo largo de las mismas (impulsos nerviosos a lo largo de las neuronas). En cualquier caso, los campos electromagnéticos aplicados desde el exterior del cuerpo pueden interferir en la actividad normal y producir funcionamientos anómalos (vértigos, nauseas, etc.).
Efectos a Largo Plazo
Los efectos a corto plazo están comprobados y actualmente los científicos están estudiando exhaustivamente si ambos efectos, térmicos y no térmicos, pueden llegar a producir daños a largo plazo (alteraciones genéticas, cáncer, etc.). Debido a la falta de evidencia científica que estuviera basada en estudios epidemiológicos y otros métodos, la legislación actual no contempla efectos a largo plazo.
Si te ha gustado este artículo sobre Campos Electromagnéticos…